viernes, 1 de marzo de 2013

Doñas

Hoy se cumple un año de atender señoras todos los días en un negocio de ropa. Este momento me parece ideal para dos cosas:
 1- Volver un poquito a este blog, que tiene más de un año de abandono.
 2- Hacer algo con toda esta acumulación de doñas que tengo en la cabeza, antes de que se amontonen tanto que termine por enloquecer.
Hoy, la primer señora que me desquició: Carmen.
(Los nombres no son los reales; no vaya a ser que tenga la mala suerte de no poder atender señoras nunca más).
Tiene alrededor de sesenta años. Rubia. Voz de pito insoportable.
Carmen me alteró desde el primer momento. Cuando la vi, queriendo entrar al local, levemente agachada y con la cara bien cerca de la puerta, golpeando con movimientos aleatorios en diferentes puntos del vidrio. Como si fuera una especie de contraseña especial que ella inventó para entrar.
Una vez adentro, después de revisar toda la mercadería nueva, se enojó por no encontrar lo que buscaba. "¡Concha de mi madre! ¡No me trajiste nada!" le dijo a Julieta (mi jefa) medio a los gritos, indignada. Julieta siempre contesta bien, sonríe, se disculpa, cambia de tema. "¡Remeras lisas te dije! ¡Puta madre!".
Carmen se maneja como si el negocio existiera en función de ella. Cuando no hay ropa de su conveniencia es contra ella, es personal. Está todo mal.

1 comentario:

metal_gorer dijo...

loca, entre porque no tenia nada que hacer en el laburo, lei un post, me cope y me lei todo, disculpa si te jode que escarbe asi sin mas en la vida de alguien a quien no conozco, no suelo hacerlo, pero la verdad que pocas (o ninguna) veces leo blogs, y mucho menos completo... eso...pero me alegraste el dia porke me doy cuenta k somos un monton de boludos y k lindo k sea asi...

eso... aguante lucy